La muestra ‘Espartaco. Esclavos y amos en Roma’, en el Museo dell’Ara Pacis hasta el 17 de septiembre de 2017, analiza el sistema esclavista de la Antigua Roma, el mayor que ha conocido la historia
Espartaco, un esclavo tracio de gran fuerza física, fue vendido a Léntulo Batiato, el propietario de una escuela de gladiadores en Capua, cerca de Nápoles, donde fue obligado a combatir contra animales salvajes y otros gladiadores para entretener al pueblo y a la aristocracia. En el año 73 a.C., durante su permanencia en esta escuela, Espartaco llevó a cabo una rebelión y, junto a un grupo cada vez más amplio de esclavos, pobres y desesperados, formó un verdadero ejército que aterrorizó a Roma hasta que finalmente cayó derrotado en el año 71 a.C. Su cadáver nunca fue encontrado, pero los romanos decidieron dar una lección al mundo crucificando a 6.000 esclavos rebeldes a lo largo de la Vía Apia, entre Capua y Roma.
La Antigua Roma creó el mayor sistema esclavista que ha conocido la historia, una entera economía basada en la explotación del ser humano, que fue tratado como una mercancía: cara, rentable y perecedera. Las estimaciones recientes han calculado que hubo entre seis y diez millones de esclavos en una población de entre 50 y 60 millones de individuos. Los esclavos, individuos privados de libertad, derechos y propiedad, fueron el motor silencioso y casi invisible del Imperio romano. Sin ellos difícilmente se hubiera desarrollado el latifundio y la cultura intensiva, el comercio no habría podido distribuir sus mercancías a escala global y la industria textil, la fabricación de ladrillos, la producción industrial de cerámica y la minería no hubieran podido salir adelante y abastecer a las ciudades que crecieron alrededor del Mediterráneo. Incluso el sector del entretenimiento y del tiempo libre, como el teatro, el circo y las termas, no hubiera sobrevivido sin el trabajo de los esclavos.
Este es el argumento que se propone explorar la exposición Espartaco. Esclavos y amos en Roma, en el Museo dell’Ara Pacis de Roma del 31 de marzo al 17 de septiembre de 2017. La muestra, ideada por Claudio Parisi Presicce y Orietta Rossini, analiza la complejidad del mundo esclavista de la Antigua Roma a partir de la última gran revuelta dirigida por Espartaco entre el 73 y el 71 a.C. Se exhiben cerca de 250 hallazgos arqueológicos, algunos procedentes del Museo Arqueológico Nacional en Madrid, junto a una selección de diez fotografías que denuncian algunas de las formas de esclavitud de la época postindustrial y de la contemporánea.
Cesto minero romano de esparto. Foto: Museo Arqueológico Nacional, Madrid
Colgante del collar de un esclavo. Foto: Antiquarium Comunale, Roma
El Lanternarius dormido, un esclavo que llevaba una lámpara. Foto: Museo Nazionale Romano-Museo delle Terme di Diocleziano
Collar de un esclavo romano. Foto: Parco Archeologico di Ostia Antica, Archivio Fotografico
Estatua de un actor de época romana. El sector del entretenimiento y del tiempo libre, como el teatro, el circo y las termas, no hubiera sobrevivido sin el trabajo de los esclavos. Foto: Città del Vaticano, Musei Vaticani.
Fuente: ALEC FORSSMANN | NATIONAL GEOGRAPHIC
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Autor/Editor: Historia y Arqueología
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Fecha: April 01, 2017 at 05:32AM
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