En otras palabras, que el contenido de una bulla no es literatura, sino datos reales de una transacción. En la parte exterior de esta esfera supuestamente firmada por el profeta Isaías se puede leer que la transacción tuvo como objeto comprar telas. Para añadir más misterio, una de las dos partes firmó la esfera con su huella dactilar. Es posible que se trate de la huella dactilar del mismísimo profeta bíblico.

Queda la pequeña posibilidad de que la esfera se refiera a otro Isaías, pero los indicios son demasiados para pasarlos por alto. Las excavaciones en el mismo yacimiento continúan y quizá sirvan para arrojar aún más luz sobre los hechos históricos que se relatan en la Biblia. [Biblical Archaeology Review vía Science Alert]