Durante miles de años, la especie a la que pertenecemos todos, Homo sapiens, coexistió en Europa con otra, Homo neanderthalensis, también inteligente y sofisticada, según han demostrado numerosos estudios en los últimos años. Pero estos parientes, los más cercanos que tuvimos jamás, desaparecieron hace unos 40.000 años de la faz de la Tierra, dejando en nosotros una pequeña parte de su genoma como herencia. Por qué los neandertales no tuvieron éxito es uno de los misterios científicos más fascinantes de la evolución humana. Si eran tan parecidos a nosotros, hasta el punto de que cocinaban, cazaban en grupo, enterraban a sus muertos e incluso pudieron crear arte, ¿qué les llevó a la extinción? ¿Fue la misma causa la que motivó nuestro triunfo como especie?
Son preguntas intrincadas que pretende ayudar a responder un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), llevado a cabo por el equipo de Michael Staubwasser (izquierda), de la Universidad de Colonia, Alemania. Los científicos creen que fue la dieta de los neandertales, esencialmente carnívora, la clave de su declive. Los períodos fríos que atravesó el continente durante el Paleolítico diezmaron las piezas de caza en el paisaje estepario, lo que provocó que estos homínidos se quedaran sin su principal fuente de alimento.
La transición de los neandertales a las poblaciones humanas modernas se produjo durante un período de ciclos climáticos fríos recurrentes, en los que, en el valle superior y medio del Danubio, las temperaturas pudieron alcanzar los -2º C como promedio anual, una condiciones insostenibles para una ocupación humana permanente.
Staubwasser y sus colegas examinaron registros paleoclimáticos de estalagmitas en el este de Europa central de hace entre 44.000 y 40.000 años, y compararon los datos con los registros arqueológicos de artefactos creados por los neandertales. Los autores encontraron que las capas arqueológicas desprovistas de herramientas neandertales corresponden a los períodos fríos, a pesar de que sus cuerpos bajos y rechonchos se adaptaban a estos ambientes. Después de esos períodos, Europa experimentó una renovación genética a medida que los humanos modernos se expandieron. Las evidencias científicas sugieren que el último cruce entre miembros de nuestra especie y los neandertales ocurrió de cuatro a seis generaciones antes de que estos últimos fueran borrados del registro arqueológico.
Foto: Cueva de Tăuşoare, de casi 20 km de longitud, en los Cárpatos orientales en Rumania. Los análisis isotópicos de las estalagmitas en la cueva ayudaron a reconstruir el clima frío hace más de 40.000 años en Europa Central. - derstandard.at/2000086164923/Wurde-es-fuer-die-Neandertaler-in-Europa-zu-kalt.
Una dieta limitada
Para los investigadores, la dieta de los neandertales, que era más limitada que la de los humanos en el paisaje estepario, puede explicar su declive durante los períodos fríos. Bajo la presión de un clima cambiante, las fuentes de carne terrestre (grandes mamíferos) de las que dependían principalmente para sobrevivir pudieron haber escaseado. «Esto hizo inviable la estrategia de subsistencia de los neandertales», explica Staubwasser a ABC. Sin embargo, los Homo sapiens no tuvieron tantos problemas, ya que complementaban su dieta con alimentos vegetales, pescado y marisco, lo que les permitió sobrevivir y adaptarse mejor al medio.«Los neandertales se acomodaron mejor a los bosques, que disminuyeron severamente en las condiciones más secas y frías. De hecho, en realidad, no regresaron a Europa central y occidental hasta que el glacial terminó», señala Staubwasser. En esos lugares, sí accedían a frutas y nueces.
Los autores explican en PNAS que la desaparición de los neandertales no estuvo provocada directamente por nosotros, los Homo sapiens, sino por una mayor vulnerabilidad a los rápidos cambios ambientales y al estrés ecológico en la tundra o la estepa. Independientemente de las causas de su extinción, los neandertales resultan sin duda fascinantes. Hábiles cazadores, capaces de comunicarse, sociales y hasta compasivos, probablemente fueron también los primeros artistas de la humanidad, con una capacidad de pensamiento simbólico y cognitiva que algunos creen muy similares a las nuestras.
Katerina Harvati (izquierda), experta en el hombre de Neandertal de la Universidad de Tuebingen, en Alemania, quien no participó en el estudio, dijo que es útil tener nueva información climática del sureste de Europa, región que se cree atravesó el Homo sapiens para dispersarse por el continente.
Pero añadió que no está claro si el Neandertal desapareció y el Homo sapiens apareció en las épocas que los autores indican, dado que los estudios que ellos citan se apoyan en evidencias limitadas y en ocasiones están abiertos al debate.
Chris Stringer (derecha), del Museo de Historia Natural de Londres, dijo que creía que el documento era un buen ejemplo del impacto de los cambios climáticos en los neandertales, aunque cree que otros factores también estuvieron presentes en su desaparición.
Rick Potts, de la Smithsonian Institution, calificó el estudio como "una nueva mirada refrescante en el reemplazo de especies".
Fuentes: abc.es | foxbaltimore.com | 28 de agosto de 2018
Atribución de la publicación original:
De: Historia y Arqueología
Publicación: http://www.historiayarqueologia.com/2018/08/una-investigacion-sugiere-un-vinculo.html
Autor/Editor: El Diario de Aníbal
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Fecha: August 28, 2018 at 10:38AM
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